Yo os voy a contar una historia breve pero muy esclarecedora.
Nosotros ya no pertenecemos a esa escuela, afortunadamente.
Mi hijo es un niño muy tranquilo, más bien un poco introvertido, le cuesta un poco relacionarse, pero es su carácter, todos somos diferentes. También es un chico responsable, muy sensible, cariñoso, detallista y discreto.
Estuvieron siempre resaltando su supuesto “defecto”, era un niño muy callado. Pero marginándolo por ser como es, no es la forma de conseguir que el niño se abriera a los demás y, mucho menos, a su tutora.
Cuando entró en la ESO, las cosas se pusieron peores, porque en primaria no es tan importante la nota, pero cuando entras en secundaria comienza a serlo y mucho más cuando llegas a bachillerato. Mi hijo se esforzaba muchísimo, yo veía como estudiaba, más bien vivía el estudio con él, pero las notas siempre eran muy bajas o simplemente suspendía. Yo no me lo podía creer, porque sabía que mi hijo dominaba la asignatura.
Lo llevaba a clases de inglés, para que tuviera un mejor dominio del idioma, pero una y otra vez, mi hijo suspendía en la escuela y yo no entendía nada.
Llegué a perder la cuenta de cuantas veces le dije a su tutora que quería hablar con la maestra de inglés, porque yo estaba convencida de que mi hijo no podía suspender, por lo menos esa asignatura. La tutora me daba largas, me cambiaba el tema, me esquivaba, evitaba la conversación y yo ya no sabía cómo decírselo.
Como esa escuela es de “puertas abiertas”, los padres entramos todos los días a ella, tanto para dejar como para recoger a nuestros hijos. Pero yo tenía un problema, que mi hijo siendo ya adolescente, no quería que lo acompañara, cosa que entiendo perfectamente y que además me venía muy bien porque así podía acompañar tranquilamente a mi otro hijo que estaba en primaria.
Pero un día, en ese pulular por la escuela, me encontré con la maestra de inglés de mi hijo mayor y aproveché para acercarme a ella, muy educadamente, y preguntarle por la evolución de mi hijo y para que me explicara el por qué suspendía siempre. Su respuesta que fue que era por “su actitud”, ¿por su actitud? y… ¿qué hay del contenido? Una asignatura se evalúa sólo por la actitud del chico, que en este caso es por su timidez, y no cuenta lo que sabe de ella. Esta maestra evitó la conversación, y con muy malos modos, muy mal educada, me dejó hablando sola en el pasillo.
Así que mi decisión fue clara, antes de que arruinaran el futuro de mi hijo, nos fuimos a otro colegio. Mi hijo sigue siendo tímido, pero no ha tenido ningún problema para integrarse en ese nuevo grupo y, como no lo marginan, ha adquirido una mayor confianza en él mismo, una mayor autoestima y ha conseguido hacer amigos.
En cuanto a sus estudios, ha pasado a ser un alumno de notables, también tiene algún bien, pero nunca más ha suspendido, porque es un chico constante y responsable.
Así que a esa “maestra de inglés” le deseo lo que indica su nombre, pero mental. Porque una vez más, queda claro quién decide quien aprueba y quien no, una vez más queda claro que los aprobados y suspendidos se deciden en el claustro, independientemente de los conocimientos.
miércoles, 22 de julio de 2009
Señales de Alerta
Señales que puede indicarle que su hijo está en peligro de pasarlo mal y que ya es hora de irse de la escuela antes de que puedan generar un daño en él:
1.Cuando note que no muestran ningún trabajo de su hijo en las exposiciones que hacen en el aula o en los pasillos, hay que preocuparse porque esto significa que su hijo no hace absolutamente nada que merezca la pena mostrar, independientemente de la edad que tenga, es decir, esto puede ocurrir en Infantil, pero no es justificable ni en bachillerato.
2.Si su hijo va estupendamente y en ninguna de las evaluaciones trimestrales anteriores le habían comentado nada, al contrario, habían dicho que evolucionaba todo correctamente y de la noche a la mañana le dicen: “necesita una adaptación curricular no significativa” o simplemente “necesita una adaptación curricular”. Este es el momento de salir corriendo, porque comienza una odisea para el niño. Por mucho que Ud. se preocupe, esté pendiente y el propio niño se esfuerce, caerán en un agujero imposible de librar.
3.Cuando todos sus compañeros sean recompensados por su actitud y su hijo esté todo el año sin recibir dicha recompensa que los demás han disfrutado, olvídese de que le darán un trato de igualdad.
4.¿Su hijo nunca participa en las actividades que organizan para mostrar a los padres? Ellos le dirán que todavía no ha “madurado” lo suficiente o que lo iba a participar pero hizo algo, malo por supuesto, por lo que tomaron la decisión de que no participara. Es una forma de castigar, pero ellos no castigan.
5.Si el niño lo único que hace en la clase es limpiar mesas, barrer, pasar la fregona y vaciar papeleras durante todo el curso, mal asunto, porque la élite de la clase organiza la biblioteca, revisa agendas, prepara el material, utiliza herramientas de trabajo prohibidas a los demás, etc. Y te sueltan el rollo de que tu hijo no adquirido la “madurez” para hacer otra cosa. Ellos todo lo resuelven con la “madurez”. Pero bien que te dicen cuando entras que, los que más saben ayudan a los que les cuesta más. ¿Les cuesta más? o es que ellos quieren que les cueste más.
6.Si alguna vez su hijo le dice que lo han castigado sin comer, sin merendar o algo parecido, aunque parezca surrealista, fuera de todo sentido común y lejos de lo que esa escuela pretende proyectar al exterior, CREÁLE porque es verdad. Ellos suelen utilizar la alimentación como un castigo o una recompensa. Que nos expliquen en qué libro de psicología está ese tipo de refuerzo, porque hasta está penado por la ley, lo que pasa es que como ningún maestro tiene la dignidad suficiente de unirse a los padres y denunciarlo, quedamos como tontos mientras hacen esas aberraciones con los niños.
7.Cuando llegue un día a recoger a su hijo y le cuenten que ha estado “castigado” en cursos inferiores, justificando que de esa manera aprende aquello que no tiene adquirido aun, y esto comienza a ser lo habitual, sería cuestión de que se preocupara, porque comenzará a pasar mañanas enteras en cursos inferiores acrecentando sus supuestos problemas de aprendizaje y haciendo inacabables las adaptaciones curriculares.
8.Si Ud. ve que su hijo estudia, se preocupa por realizar sus trabajos, se esfuerza y además Ud. mismo comprueba que domina la asignatura, pero cuando llega el día del examen no aprueba, o cuando le dan las notas está suspendido, esto es para que se vaya de una buena vez de la escuela. Si Ud. pregunta el motivo del suspenso, le dirán que es por “la actitud del niño”. Además jamás le darán los exámenes para que los vea, como mucho, se los enseñan para que Ud. le eche un vistazo rápido y los devuelva en el acto. Es una forma de no dejar evidencias de lo que hace la escuela, aunque se justificaran diciendo que es para evitar que se pierdan, ja…
9.Si después de todo esto es Ud. de los desafortunados que llega hasta el final y le dicen que su hijo no está cualificado para presentar la selectividad, que debe hacer algún módulo, porque evidentemente no pertenece a esa minoría que se presenta para sacar “nota” y que así la gente diga “que escuela más bueeeeena, mira cuanto han sacado en la selectividad”, pues es lamentable que sea tan ciego.
10.Pero si después de todo esto, es Ud. de aquellos padres que dicen: “a mi hijo le va bien”; “eso no es con nosotros”; “es esa familia que tiene problemas con la escuela”; “es que como no dominan el método”; “ese padre tiene problemas con la dirección”, etc. Pues entonces tiene Ud. un problema muy grave, es ciego y cómodo porque la presión que tienen que padecer todos aquellos niños que son los “mejores” es inimaginable. Son niños que se convierten en el ejemplo de la clase a un nivel de exigencia muy alto y que no pueden bajar porque entonces caen en el abismo. No sé si es más preocupante los que ellos consideran “malos”, porque al final los padres abren los ojos rescatando a sus hijos para que terminen siendo felices y triunfadores, o los que ellos consideran buenos, porque al final pueden llegar a ser niños frustrados, estresados y quién sabe si serán unos trepas o tramposos para conseguir estar arriba porque no toleran otra cosa.
Y dejamos un mensaje para los maestros y antiguos maestros de esa escuela, que son muchos porque todos los años los van cambiando y algunos se van a mitad de curso porque no aguantan… si vosotros, adultos, no sois capaces de aguantar la presión a la que sois sometidos, si trabajáis a disgusto, si calláis y aguantáis, si os veis obligados a hacer cosas en contra de vuestros principios, ¿por qué permitís que sigan haciendo todo lo que vosotros sabéis y calláis?
LA UNIÓN HACE LA FUERZA. SI PADRES Y MAESTROS NOS UNIMOS PODRIAMOS EVITAR QUE SIGAN SUFRIENDO MÁS NIÑOS, DIRECTA E INDIRECTAMENTE.
1.Cuando note que no muestran ningún trabajo de su hijo en las exposiciones que hacen en el aula o en los pasillos, hay que preocuparse porque esto significa que su hijo no hace absolutamente nada que merezca la pena mostrar, independientemente de la edad que tenga, es decir, esto puede ocurrir en Infantil, pero no es justificable ni en bachillerato.
2.Si su hijo va estupendamente y en ninguna de las evaluaciones trimestrales anteriores le habían comentado nada, al contrario, habían dicho que evolucionaba todo correctamente y de la noche a la mañana le dicen: “necesita una adaptación curricular no significativa” o simplemente “necesita una adaptación curricular”. Este es el momento de salir corriendo, porque comienza una odisea para el niño. Por mucho que Ud. se preocupe, esté pendiente y el propio niño se esfuerce, caerán en un agujero imposible de librar.
3.Cuando todos sus compañeros sean recompensados por su actitud y su hijo esté todo el año sin recibir dicha recompensa que los demás han disfrutado, olvídese de que le darán un trato de igualdad.
4.¿Su hijo nunca participa en las actividades que organizan para mostrar a los padres? Ellos le dirán que todavía no ha “madurado” lo suficiente o que lo iba a participar pero hizo algo, malo por supuesto, por lo que tomaron la decisión de que no participara. Es una forma de castigar, pero ellos no castigan.
5.Si el niño lo único que hace en la clase es limpiar mesas, barrer, pasar la fregona y vaciar papeleras durante todo el curso, mal asunto, porque la élite de la clase organiza la biblioteca, revisa agendas, prepara el material, utiliza herramientas de trabajo prohibidas a los demás, etc. Y te sueltan el rollo de que tu hijo no adquirido la “madurez” para hacer otra cosa. Ellos todo lo resuelven con la “madurez”. Pero bien que te dicen cuando entras que, los que más saben ayudan a los que les cuesta más. ¿Les cuesta más? o es que ellos quieren que les cueste más.
6.Si alguna vez su hijo le dice que lo han castigado sin comer, sin merendar o algo parecido, aunque parezca surrealista, fuera de todo sentido común y lejos de lo que esa escuela pretende proyectar al exterior, CREÁLE porque es verdad. Ellos suelen utilizar la alimentación como un castigo o una recompensa. Que nos expliquen en qué libro de psicología está ese tipo de refuerzo, porque hasta está penado por la ley, lo que pasa es que como ningún maestro tiene la dignidad suficiente de unirse a los padres y denunciarlo, quedamos como tontos mientras hacen esas aberraciones con los niños.
7.Cuando llegue un día a recoger a su hijo y le cuenten que ha estado “castigado” en cursos inferiores, justificando que de esa manera aprende aquello que no tiene adquirido aun, y esto comienza a ser lo habitual, sería cuestión de que se preocupara, porque comenzará a pasar mañanas enteras en cursos inferiores acrecentando sus supuestos problemas de aprendizaje y haciendo inacabables las adaptaciones curriculares.
8.Si Ud. ve que su hijo estudia, se preocupa por realizar sus trabajos, se esfuerza y además Ud. mismo comprueba que domina la asignatura, pero cuando llega el día del examen no aprueba, o cuando le dan las notas está suspendido, esto es para que se vaya de una buena vez de la escuela. Si Ud. pregunta el motivo del suspenso, le dirán que es por “la actitud del niño”. Además jamás le darán los exámenes para que los vea, como mucho, se los enseñan para que Ud. le eche un vistazo rápido y los devuelva en el acto. Es una forma de no dejar evidencias de lo que hace la escuela, aunque se justificaran diciendo que es para evitar que se pierdan, ja…
9.Si después de todo esto es Ud. de los desafortunados que llega hasta el final y le dicen que su hijo no está cualificado para presentar la selectividad, que debe hacer algún módulo, porque evidentemente no pertenece a esa minoría que se presenta para sacar “nota” y que así la gente diga “que escuela más bueeeeena, mira cuanto han sacado en la selectividad”, pues es lamentable que sea tan ciego.
10.Pero si después de todo esto, es Ud. de aquellos padres que dicen: “a mi hijo le va bien”; “eso no es con nosotros”; “es esa familia que tiene problemas con la escuela”; “es que como no dominan el método”; “ese padre tiene problemas con la dirección”, etc. Pues entonces tiene Ud. un problema muy grave, es ciego y cómodo porque la presión que tienen que padecer todos aquellos niños que son los “mejores” es inimaginable. Son niños que se convierten en el ejemplo de la clase a un nivel de exigencia muy alto y que no pueden bajar porque entonces caen en el abismo. No sé si es más preocupante los que ellos consideran “malos”, porque al final los padres abren los ojos rescatando a sus hijos para que terminen siendo felices y triunfadores, o los que ellos consideran buenos, porque al final pueden llegar a ser niños frustrados, estresados y quién sabe si serán unos trepas o tramposos para conseguir estar arriba porque no toleran otra cosa.
Y dejamos un mensaje para los maestros y antiguos maestros de esa escuela, que son muchos porque todos los años los van cambiando y algunos se van a mitad de curso porque no aguantan… si vosotros, adultos, no sois capaces de aguantar la presión a la que sois sometidos, si trabajáis a disgusto, si calláis y aguantáis, si os veis obligados a hacer cosas en contra de vuestros principios, ¿por qué permitís que sigan haciendo todo lo que vosotros sabéis y calláis?
LA UNIÓN HACE LA FUERZA. SI PADRES Y MAESTROS NOS UNIMOS PODRIAMOS EVITAR QUE SIGAN SUFRIENDO MÁS NIÑOS, DIRECTA E INDIRECTAMENTE.
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