Hablaré de una forma genérica, es decir, diré niño sin que con esto especifique el género del mismo, como cuando se dice "hombre" y se refiere a todas las personas independientemente de su sexo.
Ha pasado ya un tiempo desde que saqué a mis hijos de Gençana y cuando me decidí a colaborar y ser parte de los "babachy", he tenido que recordar muchos episodios que creía haber olvidado, a medida que recordaba me entraba un malestar en todo mi cuerpo.
Un día un grupo de padres comenzamos a cuestionar una serie de cosas que a nuestro parecer no eran las mas adecuadas en niños de infantil. Desde ese momento en que decidimos hablar con la maestra, ella, sorprendentemente, cambió con nosotros o mejor dicho con nuestros hijos, aunque dejábamos claro que no estabamos cuestionando su trabajo con los niños, sino cosas que venían de arriba, obviamente. Desde ese día nos convertimos en "enemigos del colegio".
Mi hijo no destacaba por ser un alumno modelo, de esos que tanto les gusta a ellos. Empecé a notar que a partir de entonces comenzó hacia mi hijo un "maltrato psicológico" por parte de su maestra. Mi hijo, ya comenzaba a contarme cosas, por lo tanto, me decía lo que ocurría cada día en la escuela, algunas de ellas las relataré a continuación, digo que sólo algunas, porque como todas las historias son muy similares no nos vamos a repetir.
- Cuando estamos en esa época que todavía no hace, ni mucho frío ni mucho calor, yo solía ponerle a mi hijos dos camisetas, una de manga corta y otra de manga larga para la primera hora de la mañana o una chaquetita. Un día cuando fui a recogerle, porque esa es una de las "maravillas" de Gençana que puedes entrar hasta la clase a recoger a tus hijos, me encontré con que el niño aún tenía las dos camisetas puestas, sudaba a mares y tenía los mofletitos rojos de acalorado que estaba, pero no estaba corriendo por el jardín, estaba en aula trabajando sentado. Al preguntarle el por qué no se habia quitado la camisete de manga larga me dijo que su maestra no le habia dejado porque no podía estar en camiseta interior. ¿La maestra decía que era una camiseta interior? Pero si esa camiseta que ella catalogaba de interior mi hijo ya la había llevado en otras ocasiones, sin ningún problema. Pero aunque fuera una camiseta interior, qué importancia puede tener, estamos hablando de niños de infantil y yo no soy maestra, pero eso es lo que me lleva a pensar sentido común.
- Otra vez pasó lo contrario, cuando le recogí estaba helado y le pregunté que por qué no se había puesto la chaquetita que llevaba en la mochila. ¿Adivinan? Siiiiii, su maestra no le dejó sacar nada de su mochila. ¿Uds. pueden entenderlo? No hay sensibilidad humana, raciocinio posible que pueda explicar una actitud así, con niños tan pequeños e indefensos.
- A mi hijo, como a muchos niños, le gustaba dibujar, todos en casa le deciamos lo bien que lo hacía, como hace cualquier padre, cuatro churros y para ellos es un Picasso, así que vemos un Picasso. Mi hijo me comentó que a su maestra no le gustaba sus dibujos. No digo que mi hijo fuese un gran pintor, pero que una maestra le de a entender que no le gusta lo que hace, me parece de una crueldad desmedida. Hay muchas formas de decir las cosas y desmotivando a los niños no es la mejor.
- Muchas veces mi hijo intentaba decirle algo a su maestra, hablar con ella o simplemente despedirse. Yo observaba desde lejos y pude ver como intentaba llamar su atención sin éxito, pero si que atendía a otros niños.
- Mi hijo trabajaba muy poco en el plan semanal, esa otra "maravilla de Gençana", pero es que su maestra no hacia nada por motivarle e intentar para que trabjara, simplemente lo ignoraba o le decía lo mal que lo hacía. Yo procuraba ayudarle por las tardes cuando le recogía, pero es que tenía otro hijo en otro curso al que tenía que ayudar también, por lo tanto, era una tarde para cada uno. Siempre le quedaban muchos trabajos pendientes, pero no habia nadie que le explicara qué hacer o que simplemente se pusiera con él para ayudarle, eso teniendo en cuenta de que hay dos maestros por aula. Así que la solución que dió la maestra fue ponerle menos trabajos, con la consecuencia de su retraso con respecto a aquellos a los que si atendían.
- Muchas veces lo enviaban a la clase de los pequeños, es decir, a la clase de 2 años cuando él tenía 4 años. La justificación de esta práctica según su maestra es que el niño no tiene la madurez que corresponde a su edad. ¿Cómo podía madurar si pasaba gran parte del tiempo con los pequeños?
- Lo único que hacia mi hijo era limpiar la clase, porque como no tenía la madurez suficiente, no estaba preparado para hacer otra cosa, se ve que limpiar era para los inmaduros. Un día vino diciendo que con lo que limpiaba las mesas olía muy mal, que él no quería limpiarlas más. Cuando fuí a ver qué producto era ese, me llevé una gran sorpresa, niños de infantil, que no tenían la "madurez correspondiente a su edad" utilizaban amoniaco con una botella de sprayr para limpiar las mesas. Algún niño enfermó de las vías respiratorias, porque al echar el amoniaco con difusor se esparcía por el aire, inhalando el producto, cosa muy grave en aquellos que ya tenían un problema de base.
- Los propios padres se daban cuenta de que mi hijo no recibía el mismo trato que los suyos y me lo comentaron. Así que era todo muy evidente.
- Durante ese año, el último, mi hijo no se llevó la maleta viajera -nosotros ya no eramos deseados en el colegio-. Es una actitud cruel, porque una buena maestra de infantil procura que todos los niños hagan las mismas cosas, además de motivarles para que los niños se esfuercen por conseguir las cosas, ese es el trabajo de la maestra, educarlos no desmotivarlos o humillarlos. Se supone que hay que educar sin discriminación y en la igualdad. ¿Qué niños están creando para el futuro si les enseñan desde pequeñitos que unos no son validos y otros si lo son?
Como comprenderán, no podiamos permitir que esta situación continuara, así que decidimos sacar a nuestros hijos, porque aún estabamos a tiempo de salvarlos. Tengo amistades que continuaron en el colegio y luego tuvieron grandes problemas con sus hijos, algunos tuvieron que hacer terapia con psicólogos porque destrozan la autoestima de los niños.
No les importa nada los niños, sólo guardar las apariencias, participar de las encuestas de El Mundo para entrar en los 100 mejores colegios y decir que son de los primeros en selecctividad, lo que no dicen es que se presentaron en la última, como unos seis alumnos.
HOY DÍA MIS HIJOS SON MUY FELICES EN SU COLEGIO, Y SE TERMINÓ LA INMADUREZ CUANDO SALIERON DE GEÇANA
Como viejo alumno que soy (me fui en 2003), hoy me he puesto a rememorar viejos tiempos, buscando la actualidad de gençana.
ResponderEliminarMe ha sabido mal que se fueran mis viejos profesores con los que (digais lo que digais)aprendí tanto, sobretodo con Juanjo y Ana Muñoz.
Me da pena, porque antes era un colegio rodeado de pinares, y recuerdo grandes momentos en "la hora del jardín" o recreo, donde disfrutabamos de muchisima libertad para hacer lo que quisiesemos.
Ahora parece ser que don gruñon a reunido un grupo de cretinos a su imagen.
Que lastima¡¡
Nadie critica a tus viejos profesores, nadie ha puesto en duda su profesionalidad, lo que se dice es que los tratan mal, los acosan laboralmente para que se vayan, hasta que lo consiguen a costa de enfermarlos, de caer en grandes depresiones.
ResponderEliminarYa cuando te fuiste pasaron cosas; porque al principio se tenía el lógico miedo que se tiene cuando montas un "negocio", pero como las cosas comenzaron a ir bien, pues quisieron quitarse a toda la gente del medio para conseguir un mayor poder económico personal, hablamos de los dueños. No queda ni un solo profesor de tu época.
Nos hace gracia lo de "Don Gruñon", imaginamos quien es, no sabiamos que le llamabais así. Lo entendemos perfectamente, porque cara a la gente es dulce y gentíl, pero con los alumnos es un gritón, un gran humillador, se le da muy bien insultar y amenazar, pero luego es un gran cobarde. Sí todos los que están los está haciendo a su imagen uçy semejanza, y cuando uno se le desvía y no hace lo que él quiere, lo echa a la calle, pero procurando hacer todo lo posible para no pagarle lo que le corresponde...
Si que es una pena, porque sería un colegio ideal si no fuera por quienes lo dirigen.