Me gustaría contar brevemente mi historia en el Gençana. Es necesario que se sepa lo que pasa en un colegio que es concertado.
La verdad es que uno confía totalmente en los centros escolares cuando deja a sus hijosa todas las mañanas, pero en nuestro caso no era así. Tuvimos que entrar en Sonsellería, en el PROP, para denunciar la situación que estábamos pasando, pero no sirvió de nada...
Siguen habiendo casos todos los años, conocemos uno que llegó a límites parecidos e incluso peor que el que pasamos nosotros, llegando incluso a negarse a llevar al niño al colegio, sabiendo que pueden llamar a la policía ya que la escolarización es obligatoria, pero los padres se desesperan y no saben cómo proteger a su hijo. Aunque al final no creemos que llamen a la policía, porque no quieren liar las cosas, lo que quieren es que se vayan los niños y acabar con esa historia.
Aunque los niños estén en proceso de cambio de centro, no paran con su acoso e intentos incluso de poner en contra de sus padres al propio niño.
Es un centro que tiene muy buenos contactos y respaldos, pero todo tiene un límite. A nosotros nos convencieron de no denunciar, y al final lo hicimos así para proteger a nuestros hijos, ya que si hubieramos denunciado los habrían sometido a muchas pruebas y exámenes de los demandados para certificar lo que alegábamos y ellos nos negaban.
Nuestro hijo está diagnósticado de TDAH, lo que mal expresado conocemos como Hiperactivo (término que no describe bien el TRASTORNO POS DÉFICIT DE ATENCIÓN CON O SIN HIPERACTIVIDAD), y ya ha pasado por muchas pruebas para llegar a este diagnótico, por eso no queríamos someterlo a más. No denunciar en nuestro caso, es protegerlo.
La táctica del centro es muy sencilla y clara, a la vez que cruel y fuera de toda razón: si el niño crea problemas, da igual cuales sean, hacen culpables a los padres, además de decir que no encaja en este centro (concertado) y se les invita a los padres de muy malas maneras, si no se van por decisión propia, a cambiar de centro. Esto nos lo contó el psicólogo que trataba a nuestro hijo y que le dijo una colega que había ejercido en ese centro.
Es curiso y llama mucho la atención como por este centro hay un trajín de alumnos y educadores a lo largo del año que van uçy vienen. Nosotros sacamos a los niños con el curso iniciado, en noviembre y ese mismo año de la clase de nuestro otro hijo ya se habían ido tres, además de él. Pero algo muy llamativo fue saber, por los propios protagonista, que al año siguiente se fueron de una misma clase ocho alumnos en el primer trimestre del curso. El volumen de abandonos, tanto de profesores como de alumnos, es muy alarmante y llamativo, pero nadie dice nada, nadie hace algo y los que queremos hacerlo nos encontramos con mucho muros e impedimentos.
ES UN SECRETO A VOCES, PERO NADIE QUIERE HACER ALGO AL RESPECTO, PESE A QUE SE ESTÁ JUGANDO CON EL FUTURO DE NUESTROS HIJOS, NIÑOS QUE COMO LOS NUESTROS, QUEDARAN MARCADOS POSIBLEMENTE PARA SIEMPRE.
miércoles, 20 de mayo de 2009
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